Ávila de los Caballeros - La Lastra del Cano

40º 21' 15" N - 5º 24' 24" O, éstas son las coordenadas del gps de un sitio singular ubicado en la provincia de Ávila y llamado La Lastra del Cano.

En algún punto kilométrico entre Piedrahita y el Barco de Ávila y tras coronar un pequeño puerto de ocho kilómetros se encuentra una pequeña aldea que no cuenta nada más que con sus casas, una iglesia, su plaza con el tronco en el que sentarse, un pequeño bar que sólo abre en verano (y no todo el día) y, cómo no, el punto más famoso y más querido por los pequeños, su pilón o pilar, como dicen los lugareños.

Pilón o Pilar.

¿Tiendas? es un lujo para este lugar. La tienda se reduce a un camión conducido por Crescencio que dos o tres veces por semana hace su reparto por todos los pueblos de la comarca. ¿Autobús?, ¿metro?, ¿tren? lujos innecesarios para este lugar. Asiduos a centros comerciales, abstenerse, aquí sólo encontraremos naturaleza, aire, sol, viento y poco más.

Una de las frases más escuchada por los jovenes y pronunciada por los octogenarios ante una cara desconocida es   "¿y tú de quien eres?".

Sí, parece mentira, pero en nuestra era todavía existen sitios así: No tecnología, no tiendas, no prisas. Las piedras y los árboles son las mismas que mis abuelos, mi padre y sus hermanos han visto durante décadas, y ahora somos nosotros los que podemos disfrutar de tal paraje.

En frente del pilón encontramos la pequeña iglesia del pueblo donde mora "La Virgen Manquita", es esta pequeña iglesia se celebran comuniones, bautizos y alguna que otra boda de aquellos jovenes que emulando a sus antepasados le dan un toque de fiesta a este paraje singular. De hecho , tan sólo el sábado pasado se celebro el bautizo de dos pequeños.

Entrada a la iglesia

Vacas pastando en la Dehesa

Pasear por sus calles o al lado de los prados y dehesas es lo más natural (y lo único que se puede hacer...)  y encontrarse en ellos el ganado, pastando  ajeno a todo lo que sucede a su alrededor, es de lo más relajante que se puede divisar. Paseando el viernes por la tarde, subiendo del lugar llamado Dehesa donde los vaqueros pastorean a sus vacas, vivimos la anécdota más curiosa del fin de semana: Una vaca solitaria bajaba deambuleando por la calle en dirección a sus compañeras. Iba un poco perdida, al parecer, según nos contó el vaquero, se debía a que había perdido al ternerito que había parido y estaba alterada.

Otros pobladores que nos podemos encontrar pastando en sus campos son burros, caballos, ovejas y por alguna calleja las tan simpaticas gallinas que a nuestro paso salen despavoridas, ¿será que no se quieren convertir en nugets?.

El lugar mas bello que  podemos visitar es "El Valle del Tormes", un paraje que invita a la reflexión, al silencio y cuyo principal pensamiento que nos puede llegar a invadir es lo pequeños que realmente somos ante tan maravilloso monumento natural.

Valle del Tormes.

Bajando por la cara opuesta a la subida hacia el pueblo, siguiendo el valle,  podemos llegar al pueblo de Bohoyo donde en los días más calurosos de verano, pocos, podemos bajar a refrescarnos a las aguas cristalinas y frías del río Tormes. Pero esto será capitulo de la próxima visita pues el pasado fin de semana no tuvimos el tiempo climatologico óptimo para disfrutar de ese momento "refrescante".