miércoles, 18 de diciembre de 2013

Pedraza - Segovia

Seguimos descubriendo rincones de este maravilloso país que tenemos llamado España. En esta ocasión, Pedraza. Al Nordeste de Segovia, encontramos esta pequeña villa medieval que fue declarada conjunto histórico en el año 1951.

Lo primero y más impactante es la puerta de la villa, única entrada y salida que tiene el pequeño pueblo, tanto para vehículos como para peatones.   Esta única entrada y salida es un  arco de piedra que data del medievo y era una forma de controlar, los días de mercado, quien entraba y salía  de la ciudad. 

Panoramica de la entrada al pueblo.
Junto a la entrada nos encontramos la cárcel de la ciudad, visitable en nuestros días. La cárcel del siglo XIII y restaurada en el siglo XVI, en un principio fue la torre vigía de la ciudad y posteriormente fue la cárcel de la villa y vivienda del carcelero. Mientras paseamos por ella la guía nos relata las condiciones de vida de los presos (absolutamente medievales, hay que decir). Dentro de la prisión había estatus, para los delitos no de sangre existían unas celdas de madera en las que apenas entraba la luz pero que comparadas con las mazmorras destinadas a los delincuentes con delitos de sangre, eran viviendas de lujo. Para que os hagáis una idea de lo mal que se vivía, los desagües de los retretes de las plantas superiores iban a parar a la zona baja, donde habitaban los reclusos más "pecadores". Esto, sumado a que normalmente los arrojaban al sótano desde una distancia de uno o dos metros, con lo que era muy normal la rotura de alguno de sus miembros, hacía que la vida de los presos en las celdas inferiores no durara mucho más de unos días.


El Castillo, una fortaleza del siglo XIII,  es visitable, aunque para ello hay que concertar la visita. En el siglo XVI los Duques de Frías reformaron el castillo y le añadieron un gran muro defensivo. Del entorno del castillo cabe destacar el enorme precipicio que lo rodea y que le da un aspecto de más majestuosidad. En sus calabozos estuvieron detenidos dos de los hijos del rey Francisco I de Francia, entregados por su padre como rehenes al rey carlos I. Y una  curiosa anécdota que aprendimos en nuestra visita a la cárcel de la villa: En 1926 el pintor Ignacio Zuloaga compró el castillo por 13.000 pesetas,  pero puesto que era supersticioso, pagó 13.001. Una segunda versión que dice que el pintor desembolsó 12.999 pesetas, lo que parece más probable: Se ahorraba 2 pesetas y no aparecía el número 13.


Castillo
Actualmente Pedraza se ha convertido en un gran set de rodaje de cine y televisión, cineastas de la talla de Orson Wells, John Derek, Jaime de Armiñan o Pablo Berger han rodado en este gran plató de cine.

Plaza del pueblo
Recientemente Pedraza vuelve a estar en nuestros televisores gracias al anuncio de la campaña navideña que todos los años promociona el sorteo extraordinario de la lotería de Navidad, aunque en esta ocasión el anuncio publicitario no es del agrado de todo el mundo.

Pasear por sus calles es regresar a otro mundo. Muchas de sus viviendas han sido restauradas y en los alrededores vemos los avances de nuestra época, torres de luz, cables de teléfono, coches… pero en los recovecos de las calles y dejando volar la imaginación podemos ser capaces de volar a otra época, otro ambiente mejor o peor pero al menos distinto.


Hasta la próxima entrada........

miércoles, 9 de octubre de 2013

El Faro o The Lighthouse


Muy cerca de Alicante no encontramos el cabo de Santa Pola. A diferencia de otras entradas de este blog no vamos a hablar del pueblo en sí, sino de un punto en concreto, su faro.

Muchas veces el humano, o sea nosotros, sentimos la necesidad de estar solos unos minutos para escucharnos. Ese vistazo a nuestro interior lo solemos realizar en rincones con cierto encanto, apartados, donde parece que el tiempo se detiene por unos momentos.  Pues bien, yendo por la carretera N-332 de Cartagena a Alicante y en la villa de Santa Pola, podemos encontrar uno de esos sitios. 

Llegar hasta allí no es fácil, pues no está bien indicado. Tras coronar un pequeño puerto giramos a la derecha en un minúsculo indicador que pone “Cabo del Puerto de Santa Pola” y nos adentramos en una carreterita de un carril que nos llevará hasta el pequeño parking pegado al faro. Ojo a los automovilistas, que suele haber bastante bicicletas, padres y niños, por la zona.


Faro de Santa Pola


Una vez dejado nuestro coche bien aparcado, nos podemos dirigir por una pequeña senda pegada a la valla donde se encuentra el faro, cuyo recinto está cercado. Esta senda nos llevará hasta el borde de un acantilado desde el que podremos divisar la inmensidad del Mar Mediterráneo. En uno de los bancos que hay el borde del acantilado podremos sentarnos y, al igual que Louis (Bratt Pitt en Entrevista con el Vampiro), quedarnos hipnotizados con los colores de los atardeceres y disfrutar de cómo ese azul que nos maravilla se torna de color negro.



Playa y mar desde el acantilado.

Si tenemos la suerte de que ese día haya luna llena, podremos disfrutar de un espectáculo singular, pues las estrellas y el reflejo de la cara de la luna en el agua hará que casi todas nuestras penas pasen a un segundo plano.


Estamos por averiguar cómo bajar a la playa que se ve desde el acantilado, pues lo maravilloso del lugar es que, al contrario que casi todo el litoral Mediterráneo, la sensación de ser un paraíso virgen aún esta presente.

Isla de Tabarca


domingo, 21 de julio de 2013

Torremolinos - Costa del Sol

Torremolinos ha sido el destino elegido en esta ocasión para pasar unos días en familia, como no podía ser menos.

Aunque muy posiblemente Torremolinos ofrezca sitios muy interesantes para visitar, por lo que he leído, Calle San Miguel, Torre de Pimentel, Casa de los Navajas, etc..... en esta ocasión nuestro trabajo turístico se ha reducido a, habitación - piscina - habitación - playa.

Aunque he de explicar que la visita playera ha sido de las más cortas que recuerdo, porque por lo menos en nuestro caso si a las niñas las damos a elegir entre mega piscinas con fuentes, escaleras y asientos y mega playa, con arena agua pegajosa y salada, ¿con que se quedan?, en mi caso piscina.


Vista de las piscinas desde la terraza del hotel

De todas formas para este viaje buscábamos precisamente eso, un hotel tipo resort de los que se pueden encontrar en Islas Canarias o Caribe, si, si los de las pulseras de colores, para movernos lo menos posible de la amaca.

Aun así tuvimos el placer de darnos un paseo por el paseo marítimo que recorre la Playa Amillo y degustar en uno de sus chiringuitos al pie de playa de las famosas sardinas espetadas, que he de reconocer que me gustaron.


Playa Amillo Torremolinos.

Dejaremos para otra ocasión, que vayamos con más tiempo, esa visita turística para conocer esos rincones que seguramente el pueblo de Torremolinos pueda ofrecer al visitante. 

Indicaremos que pasamos una velada maravillosa en casa de nuestros amigos Esther y Sergio "Los madrileños".

domingo, 9 de junio de 2013

The Big Apple

Muchos, muchos años han tenido que pasar para que por fin se alinearan los planetas y una espina clavada haya desaparecido, cruzar el atlántico a bordo de un avión y poder visitar la tierra de las oportunidades.



Fue en el 2.001 cuando ibamos ha hacer el viaje a USA pero por motivos varios no se pudo realizar y ahora 12 años después este se ha podido realizar no de la forma original pero parecido.


Brooklin Bridge
He conocido New York junto con un grupo de compañeros de trabajo, la excusa para tal empresa un inmersión en inglés, en otras palabras practicar inglés, aunque no es el lugar más idóneo puesto que una gran parte de la población habla español.

No voy a explayarme mucho, pues sobre New York corren ríos de tinta electrónica por lo que sería repetir más de lo mismo, pero si alguna pincelada. 

Pasear por las calles de Manhattan me ha resultado familiar, pues de las muchas películas que he visto todo era como si ya hubiese estado allí, lo primero que he ido haciendo ha sido buscar localizaciones de películas y la primera ha sido el edificio donde Tobey Maguire aprende a usar el lanza telarañas, lo que no he sido capaz de distinguir ha sido el edificio de Norman Osborn, en fin excusa para volver.

New York es tremendamente grande, todo es grande y alto, las avenidas, los edificios, todo da la sensación que sino se hace grande no vale y por eso es así. La gente con la que nos hemos encontrado ha sido encantadora y tremendamente educada hacían el esfuerzo de hablar español y la pregunta más recurrente que nos hacían, ¿Madrid o Barsa?, curioso.


Rockefeller
Cosas a destacar, la comida es cara y para mi, opinión personal, comparada con España muy cara, pues es mala, no quiere decir que un perrito o una hamburguesa este mal, sino que es siempre lo mismo, pero tampoco nos  vamos a poner exquisitos que estamos de turismo, la ropa, barata, merece la pena ir con media maleta vacía y hacer acopio de prendas.

Otro de mis objetivos y para seguir mi plan de entrenamiento, ha sido correr por Central Park, me sorprendió mucho que a las 7:00 de la mañana hubiese tanta gente, ya fuera, andando, montando en bicicleta, corriendo, disfrutando al aire libre.

Me he quedado con un gran sabor de boca y con ganas de volver espero poder volver a visitarlo y esta vez acompañado de mi mujer y como no de mis hijas para emular aquella primera vez que pudo ser pero no llego a ser.


sábado, 30 de marzo de 2013

En un lugar de la Mancha........

Por primera vez en nuestras  escapadas  hemos dirigido nuestros  pies hacia Ciudad Real, en pleno corazón de La Mancha.


En esta ocasión hemos visitado Alcazar de San Juan, un pueblo de los pertenecientes a la llama Ruta del Quijote, que comienza en Toledo y pasa, entre otros, por Infantes, Albacete, Tomelloso, y termina en Sigüenza, localidad que ya hemos visitado en otra ocasión y sobre la que se puede encontrar literatura  en otra entrada de este Blog. Esta ruta sirvió de inspiración para que Miguel de Cervantes escribiera uno de los libros más traducidos de la historia,

Molinos de La Mancha
Lo primero que hemos visitado, luchando eso sí, contra los latigazos incesantes con los que el viento nos ha azotado, ha sido los molinos de viento, aquellos contra los que el ingenioso hidalgo Don Quijote lucha creyendo que son gigantes. Hemos podido visitar el interior de dos de los cuatro molinos que se encuentran en el cerro. Uno de ellos alberga un pequeño museo de la flora y fauna autóctona de la zona  y el otro muestra cómo funcionaba el molino en su epoca dorada. Incluso hoy día de vez en cuando se pone en marcha para que los turistas podamos disfrutar del movimiento majestuoso de sus aspas.

 



Bajando de la colina donde se ubican los molinos, hemos dirijido nuestros pasos a la villa de Alcázar, parando en la zona turística para visitar el Torreón del Gran Prior, Torre almohade perteneciente a la antigua alcazaba que da nombre a la ciudad, hoy convetido en un Espacio Museográfico de los Caballeros Hospitalarios que cuenta la historia de aquellos caballeros que un día lo habitaron.









Justo en frente del torreón encontramos la Capilla del Palacio, antigua Capilla de San Juan Bautista, que a lo largo de la historia ha servido también de cárcel, cementerio, museo y capilla  y es actualmente el Centro de Recepción de visitantes.
Miguel de Cervantes

Hemos paseado por sus calles tranquilas y una de las cosas que nos ha llamado la atención ha sido que a las 17:00 uno de los bares más bulliciosos que nos hemos encontrado estaban cerrados... ¿causado por la Semana Santa?.

Mientras hacíamos tiempo para continuar las visitas hemos visitado la estación de tren de esta localidad, que pasa por ser uno de los nudos de comunicaciones ferroviarios más importantes de España ya que recibe trenes del norte (Madrid), este (Levante), sur (Andalucia) y oeste (Extremadura), sirviendo de nexo de comunicación entre todas estas líneas. Fue inagurada en 1.858 y actualmente es la sede de Museo Ferroviario de Alcázar de San Juan.


Tras nuestro paseo por la estación, hemos visitado el Museo Casa del Hidalgo. El museo trata de recrear cómo era la vida en Castilla- La Mancha en el siglo XVI. El visitante puede interactuar con el museo consultando la información que desea conocer en diversas pantallas repartidas por el mismo. Una de las cosas más llamativas que está permitida es probarse una coraza, yelmo y sus guantes, ¿cómo podían soportar el peso?
Y en la cocina del lugar, vemos una proyección que muestra la jornada de una joven cocinera al servicio de la casa, que termina su labor al anochecer, regalándonos un triste cuento medieval.

Patio de la casa del Hidalgo, lugar que servía de protección contra el calor.
Debido al gran sabor de boca que nos ha dejado la excursión recorreremos en futuras visitas otros lugares de la ruta de nuestro caballero más famoso.

Quijote y Sancho

 

jueves, 28 de marzo de 2013

La Adrada (Valle del Tietar)

Bueno, pues tras varios meses sin aportar nada (cierto es que tampoco habíamos hecho ninguna escapad) hoy ha sido el día.

En esta ocasión y para inagurar la temporada de escapadas, nos hemos dirigido hacia uno de los muchos pueblos que tiene la sierra de Ávila, La Adrada.

Aunque por unos momentos hemos dudado de que llegasemos a esta comarca, al final, después de comer  en Pelayos de la Presa, lo hemos conseguido. ¿A qué ha sido debido esta escala en el camino, de no mucho más de una hora? Pues a que hemos sufrido una de las plagas de nuestra era, LOS ATASCOS, CARAVANA DE COCHES. Pensábamos que no ibamos a sufrir este temido mal del siglo XXI pero estábamos equivocados. Al llegar al desvío de Aldea del Fresno hemos descubierto con horror cómo la carretera quedaba paralizada ante nosotros por una interminable fila de vehículos que buscaban el merecido descanso de la Semana Santa. Al llegar a Pelayos de la Presa hemos decidido hacer un descanso para comer y dejar desatacarse la concurrida carretera.

Tras hacer nuestra escala en Pelayos de la Presa (no nos vamos a referir a ella pues no hemos encontrado nada digno de mención) hemos decidido seguir adelante hacia nuestro destino orginal y, por fin, sobre las tres de la tarde, aparcábamos nuestro coche en el pueblo de la Adrada.




La Adrada, situada en pleno Valle del Tietar, es una comarca que se encuentra a unos 85 km. de Ávila. Su ubicación destaca por estar situada en un enclave rodeado de montañas, en la cara oriental de la sierra de Gredos. Lo que más hemos podido disfrutar, sobre todo para nuestro sentido de la vista, es la cantidad de verdor que aflora por todos lados,  una explosión de verde luminoso que debemos en gran parte a las lluvias que han caido durante el último mes,  que han provocado sin ninguna duda que semejante espectaculo se haya presentado ante nuestros ojos.

Castillo de La Adrada
Bordeando una pequeña colina y haciendo una mini escalada por uno de sus bosques hemos llegado a su castillo. No hemos podido conocer su interior pues sólo abre por la mañana y el atasco ha impedido que llegáramos a tiempo para la visita. Otrora estancia temporal de varios de nuestros historicos reyes, ahora es el centro de interpretación de la comarca de La Adrada. Se cree que el Castillo data de finales del siglo XIV y que se debió construir sobre otro más antiguo de origen romano.

Entrada de la Ermita
Al pasear por sus calles acompañados por ese entrañable olor a leña que alimenta el calor de los hogares de este pueblo, nos topamos con la Ermita de la Virgen de la Yedra. Su construcción comenzaría en el siglo XVI sobre unas ruinas cubiertas de hiedra, en el lugar en que,  según la tradición,  se apareció la virgen sobre un muro cubierto de hiedra.


Durante toda la jornada nos ha dado cobijo una nube negra que nos ha respetado en todo momento, no descargando su agua sobre nuestras cabezas.

El cielo que nos ha acompañado.