Chinchón

Nos despide nuestra ciudad dormitorio de origen con lluvia y nos recibe el ilustre pueblo de Chinchón de la misma manera, con lluvia.

Plaza Mayor de Chinchón

Chinchón, a unos 45 Km de la capital se encuentra este singular paraje. Sus callejas pedregosas e intrincadas hacen de su plaza  de casas balconadas su punto de más singular belleza.

Las casas apiñadas en cerros, sus cuevas de la prehistoria, sus iglesias y su castillo montan un pintoresco paraje que deslumbra al visitante.

Destaca la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción, a la que hoy hemos podido ver engalanada debido a la Pasión de Semana Santa. De estilo gótico, su construcción data de los siglos XVI y XVII. Durante la guerra de la independencia fue quemada por las tropas francesas restaurándose posteriormente. En su retablo podemos encontrar  un cuadro de la Asunción pintado por el maestro Francisco de Goya, quien además vivió temporalmente en esta villa mientras visitaba a su hermano, capellán de los Condes de Chinchón. 

Lo más digno de ver y de disfrutar: Su Plaza Mayor, indudablemente;  plaza típica de la Edad Media de construcción Popular. Las primeras casas con soportales son del siglo XV y terminando de cerrarse el perímetro a lo largo del siglo XVII. Su plaza ha sido testigo de muchos eventos tanto buenos como malos, desde escenario para películas, festejos taurinos, juegos, hasta ejecuciones.

Vista de Nuestra Sra. de la Asunción desde la Plaza Mayor.

El Castillo de los Condes de Chinchón fue construido a mitad del siglo XVI. De arquitectura Renacentista, los muros se contruyeron robustos y horizontales para protegerse del fuego enemigo y que fuera difícil escalar por ellos. Actualmente están bastante deteriorados. Sobre el interior no podemos emitir juicio ya que el gran portalón de madera sobre el puente levadizo estaba cerrado con llave (con cerradura del s. XX, eso sí).

 

Castillo de los Condes de Chinchón

Para reponernos de la lluvia y del frío, nada mejor que un pucherito de barro con una rica sopa castellana.

Sopa Castellana

Y tras la reparadora comida y el casi obligado café en el Parador Chinchón nos ha despedido con el preciado oro transparente que nos recibió: Más lluvia.

Arco Soportal

Arco

Fuente de la Plaza

 
Hasta el próximo destino.
Bussoni.